miércoles, 4 de diciembre de 2013

PARAdoja

Los hombre que crecimos en los 80´s y 90´s, fuimos criados en un contexto en el que las mujeres tomaron definitivamente la iniciativa, y (al menos es mi caso), este conjunto de elementos que me permitieron crecer rodeado de muchas mujeres (amigas, mama, abuela, vecinas, compañeras de colegio y de la U), que dieron un golpe de estado al machismo ridículo de otrora y ampliaron sus horizontes y metas, tanto que en mi humilde concepto, hoy en día dominan mas de lo que ellas mismas quieren creerse, y son excelentes en sus diferentes roles. En verdad las admiro y mucho.

Sin embargo, las mujeres han dado la vuelta a la torta quizás mas de lo debido, pues diría yo, a través de este ejemplo ilustro mi punto.

No hace mucho tiempo, eramos nosotros los encargados de convencerlas para tener sexo casual, o para conquistarlas si eso es lo que se quería, dependía caso a caso, y muchas veces ellas quedaban insatisfechas en lo que se refiere a los asuntos de la cama, crecimos oyendo conceptos aterradores para nuestros egos masculinos, como eyaculación precoz, disfunción eréctil, y eso sin contar el resto de riesgos que puede conllevar el sexo por placer.

Todo eso nos llevó a muchos a cambiar nuestra mentalidad masculina, empezando a pensar no en el autoplacer, sino en como satisfacer a la pareja que tenemos, momentánea o permanente, eso creo yo fue un cambio drástico pero bastante productivo.

Bueno pues puesto el mantel, he de relatar lo sucedido, con cierta amiga simplemente se dio la cosa, eso si propuesto por ella misma, así que ya van dos veces en las que vamos a tirar. Una primera que como todas las primeras veces, tiene fases de conocerce, de algo de incomodidad y de reconocimiento; por otra parte una segunda que fue bastante mejor; hasta ahí todo va normal, pero he aquí el dato, ella tuvo algunos orgasmos, yo ninguno.... cuando le trasmiti mi "molestia" , me contesto "es tu culpa por no venirte".

ES MI CULPA, como vemos, ahora la cosa es así, son ellas las amantes egoístas, son ellas a quienes no les importa si gozas o no, hemos pasado del otro lado.

lo más gracioso, es que no se si me gusta o no, paradojas de la vida, esto es peor que melrose place