El camino

Llevo varias entradas en este blog, escribiendo sobre ti. No son gran cosa, ni creo que tengan ningún valor, ni literario, ni de consuelo, pero al menos han sido sinceros y la verdad me sorprende un poco lo que había dentro de mi, ese conjunto de sensaciones y deseos simplemente explotó, y parte del desastre vino a parar plasmado pobremente en mis lineas subrepticias.
Siendo honesto, me siento estúpido cuando vuelvo a leer lo que escribo, más aun teniendo en cuenta que a veces la ebriedad me trae a escribir, así como me llevaba a cantar con una extinta banda de rock (amateur por supuesto), y si, espero tontamente que mis palabras lleguen a tus profundamente hermosos ojos, ¿cual es la probabilidad?, bien pues no vale mucho pensar en eso.
En mi vida he conocido muchas personas, poquísimas como tú, y aunque he tratado en vano de mantenerlas cerca de mi, presentes en mi vida, verlas de vez en cuando y tomar un café una cerveza o cualquier cosa, lastimosamente siempre se han alejado por una o otra razón, contigo ese camino es aún más irremediable, el tiempo a tu lado se me escurrió entre los dedos.

El extraño poder de la mente

Es curioso como a veces el solo hecho de pensar algo,( y quizás intrínsecamente, por que no de forma inconsciente), deseamos que algo se dé, que te encuentres con alguien o que te llame , que te escriba en algún chat o red social; lo piensas y bum, ahí te ocurre.

Algunos sostienen que somos capaces de presentir ciertas cosas, y otros tantos, inclusive, se ufanan de poderes aún mas allá de estas concepciones. Brujos, chamanes y demás,  sinceramente lo considero una basura, aunque no se puede negar que algunas personas proyectan alguna energía misteriosa, un no se que que no se puede explicar racionalmente.

Hoy tu presencia inexplicable llegó a mí,  un soplo de tu esencia que escapo de tu piel, viajo kilómetros hasta mi, y me atravesó el alma y la conciencia. Solo minutos después llego tu correo, me pedías ayuda con tu trabajo y fumarnos un cigarrillo,  acepte sin dudar. 

Cinco minutos a tu lado mientras el tabaco incandescente se consumió a si mismo, tan bella, tan hermosa y elegante, llena de porte.

Y si, se que lo notas, como te observó,  como devoró famélico de ti tu figura frente a mi, sabes que te amo.

Te hiciste carne mi diosa, un instante, un leve giro de la rueda.

Tu lugar en mi mente me atormenta,  tu presencia me ahoga, ¿donde se busca la paz de no sentirte?, dulce agonía. 

El fallo del sistema es obvio, nunca hemos tenido sociedades equitativas ni igualitarias, el egoísmo inherente del ser humano es nuestra mayor bandera y es por su causa que se producen  la mayoría de las injusticias y de los peores actos atroces que cometen nuestros congéneres.

Cada cual lucha por quedarse con un poco más de lo que tiene, a sangre y fuego luchamos entre nosotros, y para que?, por las las migajas que dejan los mórbidos millonarios y políticos que dictan nuestros gobiernos o sociedades.

Somos demasiados en el planeta, somos un cáncer voraz, que debería desaparecer del mundo, dejarlo descansar, y dejar que renazca la naturaleza,  el gaia.
Me sorprende el hecho de que nadie dice ni hace nada, el mal existe y esta frente a cada uno de nosotros, a veces en nuestro propio espejo.

Declaración desesperanza

Tu no recuerdas la primera vez que te observé, yo no te vi, te observé, hago mas que simplemente verte cuando tengo la inmensa suerte de que estés en mi rango sensorial.
Tenías unos 3 ó 4 años menos, una ortodoncia que logró hacer aun mas esplendida tu sonrisa, vaya a saber el demonio como es eso posible, llevabas un vestido empresarial típico de organización de medio pelo, a la que ya no perteneces,  del color no me preguntes,  sabes que no le atinaré aun si me das pistas, así que diré que era alguna especie de rojo o morado, llevabas el cabello recogido, como ya no lo haces por que crees tontamente que tus orejas son desproporcionadas. ¿mujer habrá algo en ti que a mí no me guste?.
Bajabas la escalera que lleva a la fuente de el edificio principal de la universidad,  y te ame instantes después de que nuestros ojos se encontraron fugazmente,  tu desviaste la mirada, pero mis ojos fueron hojas al viento detrás de ti.
No supe ni tu nombre hasta hace muy poco, no sabia quien eras y no conocía cuanto te amaba, hasta que decidí hablarte, el maldito universo se alineó para ponernos juntos en clase, tu debes saber lo que siento, pero seguramente concluirás que es una idea absurda, cuando te preguntas porque soy como soy contigo.
El solo verte me tenía cautivo, encadenado a tu sonrisa y a ese rostro perfecto, y, aunque no debería decírtelo por que se muy bien que te molestará, tu cuerpo de diosa y esa finura tenue y elegante que posees.
Ahora que conozco una pequeña parte de ti, ahora que sé exactamente lo que detestas, lo que te hace reír  lo que amas y lo que simplemente ignoras; ahora que conozco una porción de tu personalidad y de tu sencillez, simplemente no tuve mas remedio que enamorarme a borbotones, manando de esta herida profunda que produjo en mi alma tu presencia excelsa.
Te amo como ama un niño inocente, fantaseando contigo en cada momento, en cada ducha, al desayuno, mientras duermo, al conducir.
Eres perfectamente hermosa, un arma leve pero letal que penetró en mi alma y que impactó mi ser.
Jamás serás mía, ni leerás estas palabras, singularmente distante, tu lejanía es mi destino